EL grito

EL grito
Edvard Munch

martes, 12 de junio de 2007

GABRIELA BRUCH y los vértigos de lo oscuro.

Leyendo a Jorge Ariel Madrazo, asoma la profunda inquietud de unos versos suyos: "¿para qué serviría el poema si no alcanza a derrumbar de goces a la muerte?" La serventía de la poesía es ya una conocida trampa, pero en su relación con la muerte habita una búsqueda que pocos poetas alcanzan, y eso por lo que dijo Robert Desnos, o sea, que "el carácter fugitivo del amor es también el de la muerte". El mismo Desnos decía que sólo es posible ser fantasma entre fantasmas. El amor y la muerte son dos fantasmas que persiguen los poetas hace bastante tiempo. El "largo, inmenso y razonado desorden de todos los sentidos" considerado por Rimbaud puede no bastar para "derrumbar de goces a la muerte". Lo mismo se pasa con el amor. Claro que la disciplina de la imaginación es um vértigo poderoso, pero esos entrañables enemigos de los poetas viven en zonas oscuras, rodeados de trampas mortales. Para tornar visible sus sombras, hay que conocer la misma naturaleza de lo oscuro, los trazos tumultuosos e intercambiables de esas conquistas del absurdo: el amor y la muerte.
Hay un verso de Gabriela Bruch en que se desvela un especial deseo suyo: "Necesito una tormenta que me asole, que me destruya para siempre". Es una afirmación del revés de las cosas. La vida es, con exactitud, la negación de sus imágenes. No digo que haya algo de sagrado en lo profano, pero que el profano sea justamente el sagrado. Que uno pueda ahogarse en fuego, o mirarse en su peor enemigo. Es así que el amor y la muerte apartan de sí los malos poetas. No hay como creer en cosas que no han llevado el hombre al borde de un abismo. Sí, los abismos también posuen particularidades tramposas bien despreciables, es verdad. No hay como evitarlo. Los abismos son fundamentales. La compreensíon de la liberdad se encuentra trazada por la relación de uno con el significado del abismo. El abismo es la fuente de todo revés.
El conocimiento de la naturaleza de lo oscuro es un juego con la desesperación de las cosas, la desesperación de los sentimientos, la percepción de las imposibilidades, y nos recuerda Georges Bataille, al decir que "en vano el amor pretende aprehender aquello que va a cesar de ser". Gabriela Bruch habla de una "ventana abierta en la noche espectral" en su memoria de Bataille, y afirma en otro momento: "yo sólo creo en la ausencia". Es la misma relación de imposibilidad, la utopía como afirmación de la existencia humana. No hay un valor único para lo desconocido. Los efectos de lo conocimiento comunican el deseo de más oscuridad. Es posible que eso acabe por retener la virtud de no ser de unas tantas cosas. Es posible. No hay como despreciar el timbre de la dudas.
La poesía es una "criatura endiablada, perversa y lejana"? Hay una intempestuosidad esencial en todo que nos cabe, y en eso está el extasis de ser. El revés, el abismo, lo que sea. Creo que Gabriela Bruch percibe eso con sus versos. Es la vitalidad de su escritura. Sentirse extranjera en si misma es una prueba, mínima, "un fantasma degollado por amor", "jamás llegará tu cuerpo a destino", "qué tremendo exilio el de su atroz lamento". Es como un poeta expulsa a sí mismo de una escritura de… lamentos. El viaje de esa poesía lleva al "vertiginoso descenso en el interior del espíritu" de que nos habla André Breton. Hay una carnalidad que se busca en el lenguaje, pero que, al mismo tiempo, cumple sus ideales de trascendencia.
La poesía de Bruch es una fuente de resistencia, de creencia en la poesía como afirmación de la diferencia. El espíritu erótico que domina su escritura está cargado de un ímpetu de liberación, la fuente primera de la existencia del hombre. Es esencial que la poesía manifieste la compreensión de los abismos, de sus relaciones ulteriores, el espíritu de la aventura humana. Bruch es un poeta del vértigo. Y comparte con Daumal su creencia en el conocimiento como experiencia total del ser, lo que hace de ella una presencia perfecta, de impacto fuerte, en el escenario actual de la poesía argentina.

Floriano Martins. escritor, poeta y ensayista brasilero, fundador de "banda Hispánica " y revista "Agulha", entre otras.

11 comentarios:

Anónimo dijo...

quisiera saber mas sobre FLORIANO MARTINS.

andres cristian ibarra.

Anónimo dijo...

Olá, Gabriela!
Vim conhecer seu blog! Está ótimo como tudo que você faz.
Beijos
Elaine Pauvolid
desde Brasil

Anónimo dijo...

vertiginosa poesía

julie delpi dijo...

un abrazo desde cba...

Unknown dijo...

Hola Gabriela,
muchas veces he leido tu nombre en distintas revistas literarias digitales...

varias veces te envie mi
"PAGINA 1,revista digital de cultura, literatura, arte, actualidad, novedades y tantas cosas bellas de la vida" y algunas veces retornaron a mi por estar tu casilla overquota o ya no en uso...

Un placer visitarte, Hermana Lejana
y desearte todo lo mejor.!!!!
Tenes un lindo Blog y espero vistarte mas seguido.

Casualemnte Floriano Martins me hizo un reportaje hace varios anios en su revista ...

Te invito a visitar mi BLOG llamado 'pagina 1- jose pivin' y dejar alli tu comentario.
La direccion es:

http://pagina1-josepivin.blogspot.com/

y leer mis poesias en:

www.alundain.com.ar/lospoetas/7-11-pivin.htm


Va un fraterno abrazo santafesino desde el torrido verano de Israel.
Haifa, 20 de julio de 2007.
DIA DEL AMIGO.
SANA QUE ESTES !!!!

Lic. José Pivín
frente al puerto de Haifa
frente al mar Mediterráneo

Anónimo dijo...

Para José Pivin de Gabriela : no me llegan tus revistas. Mandame tu mail a revlaiguana@yahoo.com.ar ...y gracias !!!

Alejandra Dening dijo...

Gabriela, acabo de recorrer tu blog, luego de conocerlo mediante la Revista Literaria "Mapuche" Nº41.

Me gusta tu poesía y estoy hambrienta por conocer más!

Besos!

Alejandra Dening

Anónimo dijo...

Me alegra haber descubierto a una poeta y a su poesía tan poderosa,
mario

Anónimo dijo...

Gabriela : te reconozco en cada verso.

Anónimo dijo...

Vertiginosa y oscura , pero de verdad. Todo condice con lo que sos. Nada de poses para la foto.
Poeta de la noche, eso sos.
Martín

Anónimo dijo...

Veo que te gusta mucho Munch.

death

death
edvard munch, ese noruego brutal