EL grito

EL grito
Edvard Munch

viernes, 1 de junio de 2007

Perfume

huele a tormenta, a nube negra
a arena del desierto
a mar
huele a inmenso, a noche
a estrella titilando, a luna llena
huele a profundo, a inalcanable
a mano dormida, a perfume sórdido
a gato siamés descolorido,
a cuerpo torturado
huele a campo, a flor silvestre
a tabaco rancio,
huele a vida, huele a nada
huele a profundo, a inalcanzable
huele a deseado

Quién pudiera

quién pudiera tenerlo tan sólo en la cabeza y no
enclavado en la carne como un crucifijo hereje
lacerante,obtuso,malvenido y delicioso
delicioso, delirante
media vuelta y otra vez,el recuerdo se espanta
pero vuelve y no hay más lugar
estrecho el trecho que separa y no quiere
no quiere, no siente más nada
hereje,hereje
lengua de reptil,pero carnosa , desdibujada
en su propio continente
hereje, delicioso, perdido, perdido
para siempre
estrecho el trecho, delicioso,malvenido
quién pudiera tenerte tan sólo en la cabeza
y no en el sexo espantado de tanto espantar

GABRIELA BRUCH."Quién pudiera"

Visita

Viniste
y tus ojos pidiendo que no te lastime
con la punta de una lágrima
desde el medio de tu corazón árido
fueron la noche que transfiguró
mis sueños
desde la roca más alta del abismo
allí
desde donde nadie puede pensar
en caer

death

death
edvard munch, ese noruego brutal